Mujer alegre, cariñosa.Madre luchadora y amorosa. Amiga cordial y optimista .
1952-2021
Esther María Carruyo de Rosales nació en Maracaibo el 28 de enero de 1952, siendo sus padres Teresa Carruyo y Luis Guerrero.
Como dicen popularmente una familia numerosa no sólo es una bendición para todos los familiares, sino también una bendición para la sociedad, y así precisamente lo experimentó Esther María quien desde niña compartió primeramente la bendición de tener doce hermanos y de crecer junto a su tía Aura Esther y sus ocho primos, a quienes amaba como hermanos de crianza.
Orlando+, José Antonio+, Jorge Luis, +Lenín Ivannot+, Amarilis Carruyo+, Víctor Pino +, Natalie Chiqinquirá, Néstor Luis, Ana Teresa, Gloria Pino, Katiusca Pirela, Kenia Pino, Alexis Pirela, Yadira Carruyo y Ascención Velazco.
Esther María aprovechó las bondades de crecer en una numerosa familia para formarse como una experta ama de casa, excelente cocinera, siempre preocupada por el orden y la disciplina en el hogar.
Esther María también fue una madre muy especial, abnegada y amorosa. Se casó dos veces, primero con Hernán Sulbarán el 11 de enero 1969, y su segundo matrimonio con Douglas Rosales el 21 de diciembre de 1985.
Para un hermoso legado familiar de seis hijos; Libia Sulbarán, Carmen Sulbarán, Hernán Sulbarán, Douglas Rosales, Mária José Rosales y Dayana Calderón.
Nueve nietos; Juan Pablo Urdaneta, José Armando Urdaneta, María Paula Fuenmayor, Génesis Paola Fabelo,, Leníin Daniel Fabelo, Douglas Santiago Rosales, María Alejandra Guerrero. y Andrea Vargas y Miguel Vargas.
Y dos bisnietos, Daniela Fernández y Lorenzo Ignacio Urdaneta.
Para familiares y amigos Esther María fue una persona sumamente honesta, estricta y muy sincera, también muy luchadora. Pero también se caracterizaba por su espíritu optimista y jocoso.
Definitivamente su ejemplo de vida fue el amor que le ponía a todo lo que hacía y a su devoción por Dios, a quien invocaba todas las mañanas cuando decía con fe; «El Señor es mi pastor nada me faltará.»
Su prioridad era compartir con su familia, amaba a sus sobrinos y hermanos, tenía un amor desmedido para sus hijos, nietos y bisnietos y por su esposo,su amado gordo.
A Esther María la recuerdan por ser el alma de las fiestas, disfrutaba bailar y a todos los trataba con cariño saludandolos como«mamol». Frecuentemente se reunía con sus vecinas y amigas de la zona, con quienes compartía noticias, anécdotas, chistes y música.
El 15 de diciembre de 2021 en Bogotá, Colombia, Dios la llamó a su encuentro a Esther María, dejando un sensible pesar entre sus familiares y amigos. Sus cenizas fueron reservadas el 21 de enero de 2022 en los Nichos Parroquiales San Juan Bautista , desde allí perdura en el recuerdo y en la memoria de sus familiares y de quienes tuvieron la dicha de conocerla.
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